Instalar una alberca te ayuda a mantenerse fresco cuando hace calor, aumenta el valor de su propiedad y, lo que es más importante, le permite divertirse con su familia. Pero por tu salud, es importante pensar en el agua de la piscina que irá en ella. Su elección debe depender de la frecuencia con la que use la piscina, entre otros factores.
El cloro se ha incorporado a las piscinas privadas y públicas desde hace mucho tiempo y nunca ha defraudado. Interactúa con los contaminantes en el agua, como el sudor, la suciedad, la orina y la loción a través de una reacción química, por lo que trata el agua de la piscina. Durante la reacción química, el cloro se descompone en dos compuestos; iones de hipoclorito y ácido hipocloroso que oxidan las bacterias. Loque lo hace una excelente opción.
Las piscinas de agua mineral son ampliamente consideradas como una alternativa saludable a las piscinas tradicionales de cloro y agua salada. Las piscinas de agua mineral agregan minerales adicionales que mantienen la piscina limpia y libre de bacterias y algas. Los minerales que utilizan la mayoría de las piscinas minerales incluyen cloruro de magnesio, cloruro de sodio y cloruro de potasio.
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